Viajar: el arte de volver a mirarlo todo con otros ojos ✨

Ornella Malaspina
4 oct
2 Min. de lectura

Viajar no solo te lleva a nuevos lugares. Te transforma.

Te cambia la manera de mirar el mundo, de mirar a los demás, y de mirarte a vos misma.

Cuando empecé a viajar, no lo sabía. Pero cada kilómetro recorrido me fue enseñando que lo que vivimos en nuestra ciudad natal —aquello que creemos tan grande, tan intenso o tan definitivo—, no es más que una circunstancia. Todo lo que le agregamos con nuestras emociones es lo que lo hace enorme.

Y cuando cambiás de escenario, también cambian tus paradigmas.

Viajar me ayudó a entender que el universo siempre conspira a nuestro favor, aunque a veces no lo veamos. Aprendí a confiar más, pero también a usar la lógica y el sentido común para identificar los riesgos y actuar desde la intuición y la razón.

En el camino me han pasado cosas que parecen sacadas de una película: desde ser expulsada de una isla privada y terminar siendo rescatada en avión por un extranjero millonario, hasta comenzar un nuevo trabajo en el Caribe y, en mi segundo día, tener que declarar ante la policía tras encontrar un cuerpo flotando en el mar.

Sí, la vida viajera tiene mucho de ciencia ficción… pero también de crecimiento real.

Cada experiencia —por extrema o mágica que sea— te fortalece mentalmente.

Aunque eso no significa que la vida se vuelva fácil. Significa que, cuando duela, ya no dolerá tanto. Que cuando caigas, sabrás levantarte con más sabiduría.

Hoy escribo esto porque, incluso después de tantos viajes y aprendizajes, sigo enfrentando desafíos. Mostrar al mundo lo que me apasiona, poner en palabras lo vivido, a veces cuesta.

Pero ahí está la clave: la persistencia. La resiliencia.

Esa fuerza que me llevó a crear O.Trips, para inspirar a otros a vivir experiencias transformadoras.